La mayoría de las estaciones de servicio en Barquisimeto y Cabudare no poseen gasolina de 91 octanos |
Con un precinto de seguridad PDVSA condenó surtidores
de gasolina de bajo octanaje en Lara
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Con un precinto de seguridad PDVSA condenó surtidoresde gasolina de bajo octanaje en Lara
Conseguir gasolina de 91 octanos es tarea difícil en
estaciones de servicios de Barquisimeto y Cabudare, en donde PDVSA hasta ha
condenado los surtidores con unos precintos de alambre.
En las bombas de gasolina de más tránsito llegan semanalmente
de entre ocho y diez cisternas de combustible, no obstante, siempre surten más
de 95 octanos que de 91, por tanto, es la que más rápido se termina.
Según Horacio Sánchez, trabajador de una estación de servicio
en las afueras del municipio metropolitano Iribarren-Palavecino, la situación
es más dramática fuera de la ciudad, a donde llega “si acaso una o dos gandolas
semanales, y con gasolina de alto octanaje”.
La gasolina de 91 octanos está reservada para las bombas de
mayor demanda, dijo el encargado de una estación de combustible en Palavecino, “y
si logras tener suerte, PDVSA te envía un cisterna de 91 octanos cada 15 días”.
“Por supuesto, que la gente está comprando más gasolina de
bajo octanaje por el precio que la de alta, pese a que los vehículos de
inyección deben usar combustible de 95”, aclaró.
Al ser consultado por la posibilidad de existir bachaqueo con
la gasolina de 91 octanos, lo que compromete la distribución del combustible,
respondió que esa es una realidad antiquísima en los estados fronterizos que se
ha convertido en negocio muy apetecible y lucrativo para un amplio espectro de
personas, que va desde funcionarios de PDVSA hasta militares.
Pero lo que sí es una escena diaria, es que la gasolina de 91
octanos se agota constantemente y los usuarios deben optar obligatoriamente a
pagar más, desajustando el ya disminuido presupuesto familiar.
Texto y foto:
Luis Alberto Perozo Padua
@LuisPerozoPadua
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