Procesión de la Virgen de Chiquinquirá de Aregue |
La peregrinación inició este sábado pasadas las cuatro de la madrugada con una salida triunfal de la catedral de Carora luego de una vigilia desde el viernes con una maratónica serie de eucaristías.
Luego
del recorrido del sagrado lienzo por las diversas parroquias caroreñas y
poblaciones del municipio Torres, salió la Marcha de la Fe desde la ciudad
prócera hasta el templo Arquidiocesano en Aregue, en una procesión de más de 10
kilómetros bajo un sol abrazador que calentó los verdes cardones y la árida
tierra torrense.
Arribó
la imagen a su nicho a las diez de la mañana, atravesando las derruidas
callecitas a través de Calle Nueva para luego tomar la Bruzual en medio de un
convulso mercado popular.
La
gente, en su mayoría, cargaba sus imágenes en miniatura, otros llevaban cruces
de madera y palmas.
Los
rezos y cánticos no cesaron a lo largo de la estrecha y tórrida carretera entre
Carora y Aregue, repleta por un torrente de feligreses que uno a un lado de
otro, formaron una gigantesca columna, que para muchos entrevistados, ha sido
la más concurrida.
Frente a un milagro
Monseñor
Luis Armando Tineo Rivera, obispo de Carora desde el 14 de septiembre de 2013,
destacó en la homilía que la Marcha de la Fe, fue un verdadero milagro de la
Madre de Dios.
“En
un país que en los últimos años todos hemos experimentado con dolor la
división, el enfrentamiento, la desconfianza, la descalificación, la amenaza y
la agobiante inseguridad, que alguien
logre hacer salir de sus casas, de madrugada, a miles de personas, sin ofrecer
nada material, sin ninguna recompensa monetaria, ni de becas, ni de misiones,
ya estamos frente a un maravilloso milagro”, subrayó el prelado.
En
amena conversación con los enviados especiales de EL IMPULSO, monseñor Tineo
recitó que durante la caminata encontró a una anciana de 70 años que le comentó
acababa de salir de una intervención quirúrgica, “padre, esta es la primera
salida que hago sometiéndome a esta caminata. Yo pensaba que me iba a morir,
pero me siento renovada”, citó el máximo sacerdote de Carora.
Dijo
que la marcha representó, en una increíble multitud, la fe y la esperanza de un
pueblo que anhela paz, reencontrándose en la fe, en compañía de los abuelos,
los padres, los hijos, amigos y compañeros.
Visitó todos los rincones
Según
el obispo de Carora, la imagen venerable de Nuestra Señora de la Chiquinquirá
de Aregue, visitó todas las parroquias del tórrido municipio Torres.
Del
largo peregrinaje mariano llegó a la catedral el 14 de septiembre.
Comenzó
por la parroquia del Carmen, recorriendo nueve en total, pero no solamente
estuvo en las iglesias sino en los sectores y barrios.
Narró
con entusiasmo que el regreso de la Virgen se ha convertido, desde hace diez
años, en un evento diocesano que reune a todos los párrocos, diáconos,
seminaristas de toda la Diócesis de Carora, que abarca los municipios Urdaneta
y Torres, que en suma son 28 parroquias.
Luis
Alberto Perozo Padua
Fotos:
Anner Herrera y LAPP
Fotogalería
Lienzo de Nuestra Señora de la Chiquinquirá de Aregue |
Templo de la Virgen en Aregue, municipio Torres |
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