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| En Palavecino no hay antibióticos ni tampoco inhaladores de ningún tipo |
La sanación de una enfermedad o herida, sin el debido tratamiento puede complicarse y alargar de más el padecimiento.
Ancianos, niños y
embarazadas, por ser los más vulnerables, al no conseguir antibióticos, incrementan
los riesgos patológicos, y lo que pudiera ser una simple afección, rápidamente
se convierte en una pesadumbre.
En Palavecino, hoy, el
escenario es sombrío para quienes deben emprender un angustiante peregrinaje, de
farmacia en farmacia, con el afán de conseguir cualquier tratamiento que
implique la toma de un antibiótico.
El “no hay” se repite
de establecimiento en establecimiento y las personas con desconsuelo ya no
saben a dónde acudir.
En un recorrido por las
cinco redes de grandes farmacias ubicadas en Palavecino, no había antibióticos,
ni siquiera los más conocidos para afecciones respiratorias o para prevenir
infecciones por intervenciones quirúrgicas.
Sin
insumos
Farmaceúticos
consultados en el centro de Cabudare, coincidieron que los laboratorios no
cuentan con insumos “por el terrible tema de las divisas. La deuda del Gobierno
es insospechada, al tiempo que crecen las epidemias, infecciones y
padecimientos en general”, añadieron estos profesionales.
Explicaron que las
reservas existentes se terminaron en octubre del año pasado, cuando de unas 15
o 20 fórmulas para antibióticos dejaron de despacharse, así como la gama de
marcas comenzaron a desaparecer de las opciones de pedidos.
Usuarios consultados a
las afueras de una red de farmacias en Cabudare, se mostraron alarmados por la
grave situación, agregando que Venezuela en general, es un formidable blanco de
epidemias que ya comienzan a surgir.
Cero
inhaladores
Otro producto desaparecido
y de vital importancia para la población que padece de afecciones
respiratorias, son los inhaladores, los cuales se agotaron desde mediados de
2015, y que los que se encuentran o no cumplen con los tratamientos específicos
o simplemente forma parte del milagro de conseguirlo.
Texto y foto:
@LuisPerozoPadua
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