martes, 29 de mayo de 2018

Venezolano vive en casa de abrigo en Canadá

Alex Mujíca es un venezolano nacido en Canadá. Actualmente lucha para reunificarse con sus dos hijos y esposa


Alex Mujica es un venezolano canadiense de 44 años, casado y con dos hijos. Lleva un drama familiar a cuestas. Está alejado de su familia, Él viviendo en Toronto, Canadá, su país natal, y su familia lejos -muy lejos-, en México.

Es un venezolano normal, con muy poco de canadiense en sus venas, ya que ni siquiera domina el inglés o francés. Es Chef de profesión, cuya familia vive en Barquisimeto, estado Lara, de donde se vio obligado a salir -en 2015- a probar suerte en el exterior. Lo hizo después que hubo de cerrar su pequeño restaurant y verse sin oportunidades en Venezuela para mantener a su esposa y dos hijos.

Y escogió Toronto, porque tiene pasaporte canadiense, y dejó a su familia en Venezuela. Su esposa de profesión abogado, en marzo de 2016, tomó un taxi y el conductor la secuestró. Aquello fue traumático para él y su familia, sobre todo estando separados. Acordaron vender lo poco que tenían y que su esposa e hijos salieran a residenciarse en Panamá. Allá estuvieron un tiempo hasta que decidieron ir a Ciudad México, donde la vida también es costosa, realidad económica que Alex debe asumir desde Toronto. 
Canadiense de solo nacimiento 
La familia separada llevaba más de un año y medio sin verse hasta que en octubre de 2017, Alex pudo viajar a México. Eso fue para él reconfortante porque todos los sacrificios en Toronto, son para el bienestar familiar con miras a reunificarse.

Pero eso no ha sido posible. A pesar de ser ciudadano canadiense, Alex no las ha tenido todas consigo en su país natal. No ha podido trabajar como chef, que es su profesión, porque asume que el idioma se lo ha impedido. No ha podido aprender el inglés porque alega que tiene que trabajar de lunes a sábado para poder tener recursos y enviar a su familia en México y a su madre y hermano que tiene aún en Venezuela.
Trabaja en Construcción: poda árboles e instala grama en diferentes partes del estado de Ontario. Dice que para los extranjeros, los títulos no valen en Canadá “sino lo que tú puedas trabajar y conseguir”. Y Alex se siente un extranjero en su país natal. Tiene problemas para comunicarse eficientemente en inglés y por ello siente que lo tratan como a un extranjero. "Los canadienses son muy frívolos", asegura.
Terminó en una casa de abrigo
Pagar una vivienda en Toronto y otra en Ciudad México no le fue posible y esto trajo consecuencias serias: Alex vive actualmente en una casa de acogida en Toronto.
La corresponde ese derecho como ciudadano de aquel país. Es un centro donde acuden personas que alegan no tener para vivir. Allí recibe dos comidas diarias, ropa y cama en una litera de un grupo grande de estas que alojan a unas 60 personas.
“En el shelter (nombre en inglés a casa de abrigo) es como una cárcel, jejejeej pero con derecho a salir, algo parecido en un solo salón convivimos 65 personas en diferentes literas, no es malo ya que te dan una cama y dos comidas al día: el desayuno y la cena”.
No me da la base para poder alquilar acá y seguir rentando en México “No es lo mismo que vivir en Venezuela con todo. A pesar de que soy ciudadano me siento un inmigrante, lamentablemente hay mucho repudio a los latinos, y si no te puedes comunicar en inglés, te echan a un lado”.
La familia de Alex reside en México, esperando poder reencontrarse
“No hay peor enemigo que un latino con papeles”, suelen decir. Hay personas que hasta tienen empresas y los humillan. Han humillado a amigos míos. Y hasta a mí mismo”.
Una constante pesadilla
Las penurias y preocupaciones materiales no son nada para Alex, quien se siente agobiado por la idea de poder perder a su familia. Por eso es que lucha en Toronto contra la adversidad.
Su rutina diaria: “Me levanto a las 5 am, tengo que estar en mi trabajo a las 7 am, la casa de abrigo está lejos del downtown, donde trabajo. Llego de mi empleo a las 8 pm, trabajo de lunes a sábado y los días que tengo libre, que son los domingos, algunas veces trabajo con un amigo paquistaní haciendo mudanzas”.
“No he podido ser feliz”
Poco a poco, Alex Mujica ha ido pagando a una abogada de inmigración para que atienda el asunto de su familia, pero la deuda no está del todo saldada y hasta que eso no ocurra “ella no moverá un dedo”. Ya ha pagado lo correspondiente a sus dos hijos y resta el pago por su esposa.

“A mis 44 años, fui declarado diabético acá, es diabetes emocional, porque no tengo a mis hijos y esposa cerca. No he podido ser feliz todavía, eso dijo el médico. El azúcar la tengo súper elevada, Me limitó a lo que me dan en el shelter, y de verdad es fuerte. Tengo fe y esperanza que Dios me va a ayudar y ver a mi familia de nuevo, y los pueda abrazar y besar, los voy a tener acá y ser felices todos. Un matrimonio es un compromiso para toda la vida...”
Cuál es tu plan
-No descansar ya que el que se cansa pierde. Seguir luchando por traer a mi esposa y mis dos niños, esa es mi meta, y soy muy luchador en la vida. A pesar de todo no pierdo las esperanzas y la alegría de vivir junto a mi familia de nuevo.
Con información de Venepress

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