José Antonio Colina, militar retirado venezolano presidente de Veppex |
La Organización de Venezolanos
Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) pidió el martes al gobierno de EEUU
que revise el trato migratorio que reciben los venezolanos en el país tras
registrarse un aumento en las detenciones de estos inmigrantes, como en el caso
del activista Marco Guada, miembro de la propia organización.
“Sabemos
que las políticas (migratorias) del gobierno ahora son muy estrictas, pero
quisiéramos que le den una oportunidad a los venezolanos porque al regresar a
su país se enfrentan a penas de muerte”, dijo el martes en rueda de prensa el
abogado especializado en inmigración John de la Vega.
Según
Veppex, en lo que va de año se deportaron 150 venezolanos y hay un
“preocupante” aumento de detenciones en los aeropuertos, desde donde los
inmigrantes son enviados a centros de detención como el Broward Transitional
Center o el de Krome, donde actualmente hay unos 70 venezolanos.
“En el aeropuerto
son detenidos por los agentes de Inmigración cuando dicen que tienen miedo de
regresar a su país”, asegura De la Vega. Tras la ausencia de una
respuesta “clara” de todas las peticiones que Veppex ha hecho hasta ahora, la
organización pide una reforma migratoria ante el “extremo” peligro que se
enfrentan en Venezuela los deportados.
Una
de esas peticiones es la de establecer un Estatuto de Protección Temporal
(TPS), que EEUU concede a inmigrantes que proceden de países que viven un
“conflicto armado”, desastre natural o “condiciones extraordinarias y
temporales”.
“Aquí
en el Doral llegan enchufados y boliburgueses, mientras hay individuos que
están trabajando y activistas por la causa del país que corren el riesgo de ser
deportados”, aseguró el presidente del Venezuelan American Democratic Club,
Carlos Pereira.
Este
es el caso del activista Marco Guada, miembro de Veppex, que fue detenido el
pasado mes de mayo al presentarse en una oficina de Inmigración de Miramar para
un control migratorio anual.
Guada,
que llegó a Estados Unidos en 2010 y pidió un asilo político que fue denegado
por considerar el juez que no había causa creíble, se encuentra en el centro de
detención de Broward a la espera de su deportación.
“Él
es un político aquí en Miami. Tiene miedo de ser torturado, de perder su vida.
Me siento muy preocupado. Es un peso demasiado grande en mí de que sea
deportado y torturado en Venezuela”, dijo a Efe el hijo del activista, Marco
Guada Jr.
La
detención de Guada responde al cambio de política de la administración Trump en
la que casos que estaban administrativamente cerrados o bajo orden de
supervisión están siendo reabiertos.
En
la mayoría de los casos, aseguran, los detenidos no pueden afrontar las fianzas
de hasta $15,000 que les imponen, lo que entorpece su proceso judicial al tener
que reunir evidencias y testimonios desde los centros de detención.
Guada
sabrá mañana si el juez acepta una fianza en el caso de su padre, para entonces
iniciar un proceso para legalizar su estatus en el país en el que alegarían
arraigo familiar al ser el joven ciudadano estadounidense.
Se
trata de la segunda detención relacionada con activistas venezolanos en el
exilio, después de la deportación del hijo de la activista Helene Villalonga,
Juan José Correa Villalonga, en 2009.
“Somos
un ‘target' (objetivo) del régimen, cualquier activista que sea deportado a
Venezuela no tendrá un trato humano”, dijo Pereira.
“Queremos
que eso no ocurra porque es muy traumático para la comunidad venezolana pensar
que son enviados hacia esa tiranía donde hay desaparecidos y hasta la muerte de
presos políticos”, dijo presidente de Veppex, José Antonio Colina.
Según
la organización Venezuela Awareness (VAF), en el primer trimestre de este año
7,610 venezolanos pidieron asilo político en Estados Unidos, mientras que en
2017 hubo 29,250 peticiones, lo que convierte a los venezolanos en los número
uno en solicitudes de asilo en EEUU.
EFE
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