viernes, 30 de enero de 2015

#Palavecino Quinta de Silva Uzcátegui en nueva etapa de refacción

A la Quinta Santa Lucía le retiran el techo como parte de su recuperación integral. El frontis sometido a la etapa de frisado

Con un monto de inversión de tres millones 85 mil bolívares, la Alcaldía de Palavecino ejecuta el rescate de la Quinta Santa Lucía propiedad del célebre ensayista curarigueño Rafael Domingo Silva Uzcátegui, edificación decretada Patrimonio Histórico y Cultural de la nación el 20 de febrero de 2005.


No obstante, el decreto poco valió para que tanto el Gobierno nacional como el local, emprendieran medidas necesarias para su rescate y posterior protección.

Desde el año 2014, el Gobierno de José Barreras, decidió ejecutar la rehabilitación de varios inmueble considerados Bien de Interés Cultural, destacando la casona de Silva Uzcátegui, la cual entró en una nueva fase de rehabilitación.

El cronista de Agua Viva, José Luis Sotillo, esbozó que el inmueble entró en otra fase de restauración con restitución del techo del segundo piso, instalaciones eléctricas, friso, obra que se ha ejecutado en un 90 por ciento.
El techo no era el original de la vivienda, sino uno colocado en la década de los años 80.

Destacó que se espera que en los próximos meses se realice el desembolso de los recursos asignados para el 2015, lo que le daría continuidad a la reconstrucción.
Aspecto de la quinta Santa Lucía luego de su restauración

Complejo con nombre propio

Sotillo enfatizó que una de las sugerencias ofrecidas al alcalde Barreras, es que el complejo cultural lleve por nombre Rafael Domingo Silva Uzcátegui, como homenaje al prominente escritor larense, quien además ordenó la construcción de la vivienda entre 1912 y 1916.
Es de recordar que este historiador de dilatada pluma, escribió numerosas obras de importancia para la historiografía regional, entre ellas: Enciclopedia Larense con varios tomos, referencia obligada para cualquier investigador.

Curiosidades de la casona

Entre los aspectos curiosos de la casona, se cuenta que en uno de sus salones funcionó la Escuela de Agua Viva en los años 50.

Asimismo, en febrero de 1953, con motivo de la visita a “la Agua Viva” del nuncio apostólico cardenal Crisanto Luque Sánchez, arzobispo de Bogotá y primer cardenal de la historia colombiana, este prelado visitó la casona para saludar Silva Uzcátegui, quien estuvo acompañado por monseñor José Rafael Fiol, deán de la Catedral de Barquisimeto.

Luis Alberto Perozo Padua


@LuisPerozoPadua

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