Para los habitantes del municipio Palavecino, conseguir una bombona de gas doméstico sigue siendo una tortura, y más en plena época decembrina, toda vez a las estanterías solo llega un número reducido de unos 40 cilindros, que son revendidos a los distribuidores.
A los sitios
clandestinos, el camión de Pdvsa-Gas, despacha entre 100 y 150 bombonas, dado
recibe del comprador entre 50 y 80 bolívares por cada cilindro, opción más
viable para el ciudadano de a pie.
Vecinos encuestados de
Cabudare, aseguran que los despachos de gas han mermado considerablemente, por
lo que comprar una bombona de 10 kilos es un “enorme” sacrificio.
Los usuarios deben
emprender una tortuosa peregrinación, soportar malas respuestas y hasta pagar
entre 100 y 300 bolívares por cilindro.
Los reclamos y las
protestas son cada mes mayores y las autoridades parecieran soslayar el
problema que se agudiza cada día más, al tiempo que el robo de bombonas se
incrementa así como el valor de un cilindro hurtado que puede variar entre 300
mil a 500, valiéndose de que la producción de cilindros definitivamente se
paralizó.
Texto y fotos:
Luis Alberto Perozo
Padua
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