Camiones cisternas entran y salen a toda hora del llenadero clandestino |
Mientras el populoso sector Las Cuibas de Agua Viva, padece los rigores de la falta de agua potable por tubería, en un club campestre situado en ese lugar, desde hace varios años, su propietario instaló un llenadero clandestino, lo que afecta sobremanera a la localidad.
Residentes del sector
III de Las Cuibas que ha solicitado el anonimato por temor a posteriores
represalias, aseguran que a toda hora del día, especialmente muy temprano en la
mañana, se puede apreciar con asombro entrar y salir del lugar, camiones
cisternas, inclusive contratados por la empresa Hidrolara.
Las amplias piscinas de
este reconocido club, ahora sirven de estanques para el agua que se extrae de la
aducción principal conectada a la bomba de la comunidad a través de un
acueducto de una pulgada.
Según habitantes del
sector, la aducción fue instalada descaradamente por vecinos que recibieron
pago como beneficio por la obra, esto al tiempo que la comunidad recibe agua a
cuentagotas, mientras el dueño del club se lucra con el agua para servicio
público, lo que significa un robo a la nación.
El recurso hídrico se
vende a los cisterneros, pero también a miembros de la comunidad, quienes deben
cancelar precios exorbitantes por el bien común. Hay que acotar que la escuela
no tiene agua. Conforme se intensifica la sequía, se incorporan más unidades
cisternas.
Autoridades cómplices
El llenadero clandestino
viene funcionando desde hace quince años, con abierta complicidad del consejo
comunal, así como de las autoridades
regionales y municipales, en especial la empresa hidrológica del estado,
quienes se han enterado de la situación por medio de denuncias concretas y por
vía de los medios de comunicación.
Texto
y fotos:
@LuisPerozoPadua
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