Los bachaqueros comienzan a marcar las colas un día antes, así dominan el escenario en complicidad con protección de la Guardia Nacional y organismos de seguridad |
Así marcan las colas |
Ya es común ver aglomeración de personas cerca de un establecimiento comercial, sentadas, expectantes. Y allí aguardan por horas hasta altas horas de la noche que es cuando comienza el verdadero movimiento.
Antes de las tres de la madrugada, ya el grupo de
bachaqueros, que son un poco más de ocho o diez personas, entre hombre y
mujeres, tienen la cola controlada.
Conforme van pasando las horas, un puesto en la cola varía
entre 300 y 800 bolívares, con garantía de entrar al establecimiento en las
primeras avanzadas o grupos.
Las personas van engrosando las filas, acorde como llegan: “¿Quiere
entrar en el primer lote? Es la pregunta obligada a los clientes que van
incorporándose.
Mientras eso sucede, la cola se va apretando y antes de las
cinco de la madrugada, los bachaqueros, responsables de cada tramo, van
recogiendo el dinero sin ningún pudor.
Otro grita a viva voz: “Epa, ya el guardia me mandó el
mensaje. Vámonos que ya vienen”.
Se esfuman los bachaqueros
Con la llegada de los efectivos de la Guardia Nacional, no
queda un solo bachaquero en el sitio, solo el que entrega un paquete contentivo
del dinero que les garantizará a los mercaderes de puestos, protección.
A las seis de la mañana, los efectivos militares recogen las
cédulas de identidad para verificar el número y, pasadas las ocho de las
mañana, inicia la entrada.
En el caso de quienes logran entrar en el tercer, cuarto y
quinto grupo, consiguen menos productos, entre tres y cuatro rubros.
Pero lo que sí es una realidad, es que un bachaquero obtiene
diariamente, una fortuna muchas veces incalculable, en donde obtienen jugosos beneficios
desde los efectivos militares, pasando por gerentes de establecimientos
comerciales para terminar con la cadena en los ‘vende cola’.
Texto y fotos:
Luis Alberto Perozo Padua
@LuisPerozoPadua
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