viernes, 19 de enero de 2018

Nelson Rodil y Miguel Mirabal, dos devotos marianos en el exterior

La devoción a la Pastora va más allá de creer


Nelson Rodil, nació en el seno de una familia con profundas raíces católicas, tanto así que con afán contaba los meses para cumplir seis años de edad y poder optar a ser monaguillo en la catedral San Juan Bautista de Cabudare.

En este lugar, el sacerdote Emilio Laconca, párroco de la iglesia en la década de los 70, motivaba a sus pequeños ayudantes a servirle a la Virgen María y era religioso tributarle una plegaria a la imagen de la Divina Pastora de Cabudare, -figura traída de España en 1915, según los registros del despacho cural-, antes de iniciar el servicio clerical.

Desde los seis años hasta una década más tarde, Nelson acudió con regularidad al templo para colaborar con la limpiar, ordenar y ayudar con la programación de la misa diaria.

Como un recuerdo añejo, Rodil describe que caminaba junto a su madre y hermanos detrás de la muchedumbre en la procesión que llevaba la Pastora de Almas desde la pintoresca Santa Rosa hasta la Catedral Metropolitana Nuestra Señora del Carmen de Barquisimeto.

Para el niño Nelson, el ritual iniciaba con tomar el autobús amarillo Línea Cabudare, desde la plaza Bolívar hasta El Carabalí, de allí caminaban hasta el pueblo de la Divina Pastora, abriéndose paso entre el gentío, antes que despuntara la aurora.

Mariano desde siempre

Rodil se declara mariano desde que tenía uso de la razón, pues rememora que en su casa materna, en pleno corazón de Cabudare, lo primero que se consigue al traspasar el umbral de la puerta es una figura de regular tamaño de la Divina Pastora, en el siguiente espacio la Virgen de Chiquinquirá de Aregue, y contiguo la Virgen de la Rosa Mística.

Nelson Rodil, a pesar de la distancia, simpre con la Virgen
En la casa de los devotos de la Pastora de Almas en Cabudare, siempre habrá una figurilla y hasta en la más humilde te encontrarás una fotografía o una estampita de la Virgen, sostiene Rodil con un portarretrato entre las manos que alberga una gráfica antigua de la Divina Pastora.

“Cuando preparaba mis cosas para salir de Venezuela, en medio de la tristeza y la incertidumbre que me embargaba, pensaba en muchas cosas, pero lo más recurrente fue ver a la Divina Pastora, lo que me impulsó a buscar esta fotografía tipo postal y seguido la bandera tricolor”, narró con los ojos enrojecidos y la voz temblorosa.

En su nueva vivienda ubicada en la capital de los Estados Unidos, Nelson atesora tres imágenes de la Pastora, ubicadas cada una en sitios estratégicos para él: una en la sala de su casa, para que al momento de llegar de la jornada diaria “la Madre nos bendiga”; la siguiente se sitúa en la habitación principal “para que la Excelsa Patrona, vele nuestro sueño”, y la última está plantada en la puerta de la nevera “para que bendiga nuestros alimentos”, testifica Rodil.

La magia pese a la amarga distancia

Lo más emocionante para Rodil, al acudir a la procesión de la Divina Pastora o a sus encuentros en diferentes parroquias de Barquisimeto, “es sentir la magia que irradia cuando la ves aproximarse o pasar frente a ti. Es algo que no tiene descripción en ningún idioma”, asevera con exaltación.
Desvela que las dos últimas procesiones las ha tenido que ver por CNN en Español y vía Internet, pero que la magia que irradia y la energía que se desprende de ella, no han mermado ni un ápice.

Se aflige y hace silencio al contar esta breve reseña, luego mira a su esposa en quien encuentra la fortaleza necesaria para proseguir con la entrevista. En sus manos sigue sosteniendo la fotografía de la Divina Pastora, una imagen que confiesa, extrajo del portal CorreodeLara.blogspot.com, porque así la recuerda en su niñez.

Un petitorio de todos los tiempos

Severamente afligido, con vos quebrada por la nostalgia, los ojos llorosos, Rodil fija que este año ha comenzado a pedir a la Divina Pastora por la unión de los venezolanos, por el entendimiento entre todos, por la solidaridad, la nobleza “porque así somos los venezolanos y siempre ha sido esa la aspiración de todos y en todos los tiempos”.

“Pedimos a la Excelsa Pastora que retorne la democracia a Venezuela y que sean mejores las condiciones de hace veinte años. Que la Virgen nos permita aprender y crecer derivado de lo que hemos confrontado como nación. También le pedimos que bendiga a los Estados Unidos, a este gran país que ha acogido a miles de miles de venezolanos confinados por nuestra forma de pensar, por nuestra doctrina democrática o por nuestra diferencia con el sistema dictatorial que domina en Venezuela”, refirió.

Inspirado por la Pastora

 “El estar fuera de tu casa, aprendes a valorar a la plaza Bolívar, el Bulevar Socorro Meza, El templo San Juan Bautista, la Plaza La Cruz, la Universidad Fermín Toro, y sobre todo, a nuestra Divina Pastora, en quien nos hemos refugiado aún más”, sella.

Para concluir, adiciona Rodil que inspirado en la Divina Pastora, tiene como premisa ser un servidor, por tanto, apuesta al servicio social de grandes dimensiones cuyo sueño anhela alcanzar para el auxilio a venezolanos en el exterior.

Texto y foto:

Luis Alberto Perozo Padua


Desde el exterior la devoción Mariana 

en el corazón

Para Miguel Mirabal, la vinculación con la Divina Pastora surge desde antes de su nacimiento, por la sencilla razón de ser larense.

Esboza -con tono pasivo-, que para los barquisimetanos que están fuera del país, el único referente en la cotidianidad es la espiritualidad, que en el caso de su familia, está impregnada de religiosidad.

Miguel Mirabal, se declara mariano desde el corazón
Explica que la gran cantidad de devociones y prácticas como medios espirituales para alcanzar la fe, tienen su asidero en tiempos pretéritos, transmitidos de generación tras generación, “de cuando nuestros padres y/o abuelos nos llevaban a la iglesia, orábamos en la mesa antes de comer, de ir a dormir, o la familia iba a misa de aguinaldo o acudir a las fiestas religiosas de Semana Santa, y por último y no menos importante, caminar la procesión de la Divina Pastora”.

En medio de su exposición, Mirabal se sostiene los lentes, y añade que: “En este país (Estados Unidos), sobre todo en estas estaciones tan frías como lo son otoño e invierno, partiendo de una premisa que reza que no es fácil estar fuera de Venezuela, lejos de nuestro terruño, bajo ninguna circunstancia pese a lo que el común pueda pensar que los que estamos en el exilio, vivimos en un paraíso, existe un escenario agreste que no es más que reinsertarse en otra sociedad, con otro idioma que no es nada fácil”.

Pero esta barrera la ha ido superando Mirabal y su esposa, sin dejar de mencionar a sus dos hijos, gracias al referente católico heredado e inducido por sus anteriores.

La Virgen como referente

No solo en los momentos apremiantes, sino también en los retos de la cotidianidad, Miguel Mirabal tiene presente en el alma a la Pastora de Almas, porque se define como seguidor de María la madre de Jesús.

Para el, la figura de María como mediadora en el misterio de la Fe se reviste de importancia y es fundamental para confrontar cualquier reto, emprendimiento u obstáculo.

Da fe que la Orden de Carmelitas influyó notablemente en su vida las dos últimas décadas de su estadía en Venezuela, y para este grupo religioso el referente fundamental es la Virgen del Carmen.

Nostálgico 14 de enero

Mirabal se confiesa nostálgico los 14 de enero, pues en la distancia existe marcada incertidumbre por el dramático escenario que atraviesa Venezuela, producto de las políticas erráticas y la improvisación del gobierno dictatorial.

“En medio de este desastre apocalíptico generado por el Gobierno nacional, la esperanza del larense se transfigura en la Divina Pastora, y estamos llamados a pedir su intercesión para que detenga y logre erradicar este cólera moderno que asola a Venezuela”, registra.

Acentúa que Venezuela está siendo diezmada, no solo por los dramas sociales, económicos y culturales, sino también por un problema de ausencia espiritual.

En la visita 162 de la Divina Pastora a Barquisimeto, Mirabal asegura que nuevamente la acompañará una multitud, pero esta vez, llena de angustia, de pobreza, de tristeza, de ásperas situaciones que embargan el corazón del venezolano.

Lamentó que la iglesia sea blanco permanente –y sin cuartel-, de la dictadura en Venezuela, institución vejada, menospreciada, cuya estructura clerical es irrespetada.

Imperiosa necesidad

Para los larenses, especialmente para los barquisimetanos, es una imperiosa necesidad presentar los hijos recién nacidos ante la santa figura de la Pastora de Almas, evento que Miguel Mirabal cumplió –como designio del corazón-, con sus dos descendientes.

Lo cuenta como un recuerdo fresco, como una anécdota de esas que no se quieren borrar, porque eso fue lo que hizo en el pueblo de Santa Rosa ante los pies de la excelsa Patrona de los larenses.

Menciona igualmente a su madre, momento en donde se le quiebra la voz haciendo una pausa que interrumpe para relatar el delicado estado de su salud, dado cada año era costumbre, junto a ella, la matrona, visitar a la Divina Pastora antes de la procesión.

Año mariano desde el exterior

Sin lugar a equívoco, afirma Mirabal, que la procesión de este año 2018, se hará presente -con más firmeza-, la devoción mariana, puesto los larenses acudirán en masa a pedir a la Virgen María la salvación del país, la sanación moral de la nación y la extirpación de los males que tienen sepultada a Venezuela.

Será un año de mucha plegaria por Venezuela, y por primera vez en la historia, desde el exterior miles de miles, oraremos a la Divina Pastora. Existirá desde ya, una imperiosa necesidad de pedir la intercesión de la Divina Pastora.

Aprendió Mirabal de Los Carmelitas a dialogar con Dios y con la Virgen María, heredad para sus hijos, que piden por Venezuela y en especial por los niños cada noche antes de dormir.

Texto y fotos:

Luis Alberto Perozo Padua 




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