La devoción a la Pastora va más allá de creer
Nelson Rodil, nació en el seno de una familia con profundas
raíces católicas, tanto así que con afán contaba los meses para cumplir seis
años de edad y poder optar a ser monaguillo en la catedral San Juan Bautista de
Cabudare.
En este lugar, el sacerdote Emilio Laconca, párroco de la
iglesia en la década de los 70, motivaba a sus pequeños ayudantes a servirle a
la Virgen María y era religioso tributarle una plegaria a la imagen de la
Divina Pastora de Cabudare, -figura traída de España en 1915, según los
registros del despacho cural-, antes de iniciar el servicio clerical.
Desde los seis años hasta una década más tarde, Nelson acudió
con regularidad al templo para colaborar con la limpiar, ordenar y ayudar con
la programación de la misa diaria.
Como un recuerdo añejo, Rodil describe que caminaba junto a
su madre y hermanos detrás de la muchedumbre en la procesión que llevaba la
Pastora de Almas desde la pintoresca Santa Rosa hasta la Catedral Metropolitana
Nuestra Señora del Carmen de Barquisimeto.
Para el niño Nelson, el ritual iniciaba con tomar el autobús
amarillo Línea Cabudare, desde la plaza Bolívar hasta El Carabalí, de allí
caminaban hasta el pueblo de la Divina Pastora, abriéndose paso entre el
gentío, antes que despuntara la aurora.
Mariano desde siempre
Rodil se declara mariano desde que tenía uso de la razón,
pues rememora que en su casa materna, en pleno corazón de Cabudare, lo primero
que se consigue al traspasar el umbral de la puerta es una figura de regular
tamaño de la Divina Pastora, en el siguiente espacio la Virgen de Chiquinquirá
de Aregue, y contiguo la Virgen de la Rosa Mística.
Nelson Rodil, a pesar de la distancia, simpre con la Virgen |
En la casa de los devotos de la Pastora de Almas en Cabudare,
siempre habrá una figurilla y hasta en la más humilde te encontrarás una
fotografía o una estampita de la Virgen, sostiene Rodil con un portarretrato
entre las manos que alberga una gráfica antigua de la Divina Pastora.
“Cuando preparaba mis cosas para salir de Venezuela, en medio
de la tristeza y la incertidumbre que me embargaba, pensaba en muchas cosas,
pero lo más recurrente fue ver a la Divina Pastora, lo que me impulsó a buscar
esta fotografía tipo postal y seguido la bandera tricolor”, narró con los ojos
enrojecidos y la voz temblorosa.
En su nueva vivienda ubicada en la capital de los Estados
Unidos, Nelson atesora tres imágenes de la Pastora, ubicadas cada una en sitios
estratégicos para él: una en la sala de su casa, para que al momento de llegar
de la jornada diaria “la Madre nos bendiga”; la siguiente se sitúa en la
habitación principal “para que la Excelsa Patrona, vele nuestro sueño”, y la
última está plantada en la puerta de la nevera “para que bendiga nuestros
alimentos”, testifica Rodil.
La magia pese a la amarga distancia
Lo más emocionante para Rodil, al acudir a la procesión de la
Divina Pastora o a sus encuentros en diferentes parroquias de Barquisimeto, “es
sentir la magia que irradia cuando la ves aproximarse o pasar frente a ti. Es
algo que no tiene descripción en ningún idioma”, asevera con exaltación.
Desvela que las dos últimas procesiones las ha tenido que ver
por CNN en Español y vía Internet, pero que la magia que irradia y la energía
que se desprende de ella, no han mermado ni un ápice.
Se aflige y hace silencio al contar esta breve reseña, luego
mira a su esposa en quien encuentra la fortaleza necesaria para proseguir con
la entrevista. En sus manos sigue sosteniendo la fotografía de la Divina
Pastora, una imagen que confiesa, extrajo del portal CorreodeLara.blogspot.com,
porque así la recuerda en su niñez.
Un petitorio de todos los tiempos
Severamente afligido, con vos quebrada por la nostalgia, los ojos
llorosos, Rodil fija que este año ha comenzado a pedir a la Divina Pastora por
la unión de los venezolanos, por el entendimiento entre todos, por la
solidaridad, la nobleza “porque así somos los venezolanos y siempre ha sido esa
la aspiración de todos y en todos los tiempos”.
“Pedimos a la Excelsa Pastora que retorne la democracia a
Venezuela y que sean mejores las condiciones de hace veinte años. Que la Virgen
nos permita aprender y crecer derivado de lo que hemos confrontado como nación.
También le pedimos que bendiga a los Estados Unidos, a este gran país que ha
acogido a miles de miles de venezolanos confinados por nuestra forma de pensar,
por nuestra doctrina democrática o por nuestra diferencia con el sistema
dictatorial que domina en Venezuela”, refirió.
Inspirado por la Pastora
“El estar fuera de tu
casa, aprendes a valorar a la plaza Bolívar, el Bulevar Socorro Meza, El templo
San Juan Bautista, la Plaza La Cruz, la Universidad Fermín Toro, y sobre todo,
a nuestra Divina Pastora, en quien nos hemos refugiado aún más”, sella.
Para concluir, adiciona Rodil que inspirado en la Divina
Pastora, tiene como premisa ser un servidor, por tanto, apuesta al servicio
social de grandes dimensiones cuyo sueño anhela alcanzar para el auxilio a
venezolanos en el exterior.
Texto y foto:
Luis Alberto Perozo Padua
Desde el exterior la
devoción Mariana
en el corazón
Para Miguel Mirabal, la vinculación con la Divina Pastora
surge desde antes de su nacimiento, por la sencilla razón de ser larense.
Esboza -con tono pasivo-, que para los barquisimetanos que
están fuera del país, el único referente en la cotidianidad es la
espiritualidad, que en el caso de su familia, está impregnada de religiosidad.
Miguel Mirabal, se declara mariano desde el corazón |
Explica que la gran cantidad de devociones y prácticas como
medios espirituales para alcanzar la fe, tienen su asidero en tiempos
pretéritos, transmitidos de generación tras generación, “de cuando nuestros
padres y/o abuelos nos llevaban a la iglesia, orábamos en la mesa antes de
comer, de ir a dormir, o la familia iba a misa de aguinaldo o acudir a las
fiestas religiosas de Semana Santa, y por último y no menos importante, caminar
la procesión de la Divina Pastora”.
En medio de su exposición, Mirabal se sostiene los lentes, y
añade que: “En este país (Estados Unidos), sobre todo en estas estaciones tan
frías como lo son otoño e invierno, partiendo de una premisa que reza que no es
fácil estar fuera de Venezuela, lejos de nuestro terruño, bajo ninguna
circunstancia pese a lo que el común pueda pensar que los que estamos en el
exilio, vivimos en un paraíso, existe un escenario agreste que no es más que
reinsertarse en otra sociedad, con otro idioma que no es nada fácil”.
Pero esta barrera la ha ido superando Mirabal y su esposa,
sin dejar de mencionar a sus dos hijos, gracias al referente católico heredado
e inducido por sus anteriores.
La Virgen como referente
No solo en los momentos apremiantes, sino también en los
retos de la cotidianidad, Miguel Mirabal tiene presente en el alma a la Pastora
de Almas, porque se define como seguidor de María la madre de Jesús.
Para el, la figura de María como mediadora en el misterio de
la Fe se reviste de importancia y es fundamental para confrontar cualquier
reto, emprendimiento u obstáculo.
Da fe que la Orden de Carmelitas influyó notablemente en su
vida las dos últimas décadas de su estadía en Venezuela, y para este grupo
religioso el referente fundamental es la Virgen del Carmen.
Nostálgico 14 de enero
Mirabal se confiesa nostálgico los 14 de enero, pues en la
distancia existe marcada incertidumbre por el dramático escenario que atraviesa
Venezuela, producto de las políticas erráticas y la improvisación del gobierno
dictatorial.
“En medio de este desastre apocalíptico generado por el
Gobierno nacional, la esperanza del larense se transfigura en la Divina
Pastora, y estamos llamados a pedir su intercesión para que detenga y logre
erradicar este cólera moderno que asola a Venezuela”, registra.
Acentúa que Venezuela está siendo diezmada, no solo por los
dramas sociales, económicos y culturales, sino también por un problema de
ausencia espiritual.
En la visita 162 de la Divina Pastora a Barquisimeto, Mirabal
asegura que nuevamente la acompañará una multitud, pero esta vez, llena de
angustia, de pobreza, de tristeza, de ásperas situaciones que embargan el
corazón del venezolano.
Lamentó que la iglesia sea blanco permanente –y sin cuartel-,
de la dictadura en Venezuela, institución vejada, menospreciada, cuya
estructura clerical es irrespetada.
Imperiosa necesidad
Para los larenses, especialmente para los barquisimetanos, es
una imperiosa necesidad presentar los hijos recién nacidos ante la santa figura
de la Pastora de Almas, evento que Miguel Mirabal cumplió –como designio del
corazón-, con sus dos descendientes.
Lo cuenta como un recuerdo fresco, como una anécdota de esas
que no se quieren borrar, porque eso fue lo que hizo en el pueblo de Santa Rosa
ante los pies de la excelsa Patrona de los larenses.
Menciona igualmente a su madre, momento en donde se le
quiebra la voz haciendo una pausa que interrumpe para relatar el delicado
estado de su salud, dado cada año era costumbre, junto a ella, la matrona,
visitar a la Divina Pastora antes de la procesión.
Año mariano desde el exterior
Sin lugar a equívoco, afirma Mirabal, que la procesión de
este año 2018, se hará presente -con más firmeza-, la devoción mariana, puesto
los larenses acudirán en masa a pedir a la Virgen María la salvación del país,
la sanación moral de la nación y la extirpación de los males que tienen
sepultada a Venezuela.
Será un año de mucha plegaria por Venezuela, y por primera
vez en la historia, desde el exterior miles de miles, oraremos a la Divina
Pastora. Existirá desde ya, una imperiosa necesidad de pedir la intercesión de
la Divina Pastora.
Aprendió Mirabal de Los Carmelitas a dialogar con Dios y con
la Virgen María, heredad para sus hijos, que piden por Venezuela y en especial
por los niños cada noche antes de dormir.
Texto y fotos:
Luis Alberto Perozo Padua
Publicado en Diario EL IMPULSO
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